¡Podrías crear el sabor que quieras! 🤤🍺
Aunque no lo creas, elaborar cerveza no es algo que solo los más grandiosos genios puedan hacer, inclusive la cerveza artesanal utiliza ingredientes que pueden estar al alcance de todos, y de utensilios que podemos reciclar con cuidado.
Para que aprendas a hacer tus propias creaciones primero te dejaremos una receta, y cuando ya la domines, la imaginación será el único límite para tus inventos. Primero, ten en cuenta que el agua es el principal ingrediente de la cerveza, así que no escatimes en este ingrediente.
Antes que nada, unos datos y tips
La malta de cebada es la que ha germinado y ha sido tostada en un proceso que suele denominarse malteado. La malta se suele usar como fuente de azúcares para la fermentación de bebidas como cerveza, hidromiel y pan.
El lúpulo su utiliza para aromatizar y conservar la cerveza, gracias a sus propiedades antisépticas. Las levaduras son hongos microscópicos responsables de transformar el azúcar en alcohol y de producir gas carbónico. El gas carbónico es el responsable de que la cerveza tenga espuma.
Para hacer las cocciones, es preferible usar ollas de acero inoxidable o esmaltada; para la fermentación, plástico alimentario (polipropileno) o acero inoxidable; para la maceración, la misma olla de cocción, termoneveras o cubos de plásticos alimentarios del fermentador aislados o que mantengan las temperaturas.
Ingredientes para 15 litros de cerveza (Así es, invita a todos tus amigos a probarla)
- 30 litros de agua
- 4,5 kg de cebada malteada
- 25 gr de lúpulo
- Un sobre de levadura para hacer cerveza (no de panadería)
Utensilios
- Una olla de acero inoxidable (mínimo de 15 litros)
- Una báscula de cocina
- Dos fermentadores de acero inoxidable de cómo mínimo 15 litros
- Cuchara espumadera para oxigenación
- Válvula de fermentación con juntas de goma
- Tubo trasvasador de líquidos
- Cierra botellas
- Tapitas para las botellas
- Cepillo limpia botellas
- Botellas (obvio)
- Tubo rígido de embotellar
- Pipeta para hacer mediciones
- Densímetro de precisión para hacer mediciones
- Termómetro de precisión de cristal
Preparación
Primero debes maltear la cebada en una olla grande, germinando mínimamente los granos en agua después de molerlos. Logrado eso, se mezcla la cebada (ahora sí, malteada) con agua caliente, formando una papilla que debe mantenerse en el fuego por dos horas, a 65°C. Una vez retirada el agua, queda el mosto, un líquido denso y dulce.
El mosto debe hervirse a borbotones durante una hora y media. Mientras tanto, se le va agregando, por partes, el lúpulo. De este proceso también resulta la esterilización del producto, que evita que el líquido se llene de bacterias indeseables, pero no de residuos. Por eso, finalizado el hervor, debe revolverse con fuerza para facilitar que esos residuos vayan al fondo de la olla.
De aquí en adelante el líquido debe ser tratado solo con elementos y recipientes desinfectados. Por eso, y como hay que enfriarlo sí o sí rápido, (el producto debe ir de los 100 a los 20°C en el menor tiempo posible), usaremos el método de serpentina, que consiste en pasar la cerveza por el interior de un caño de cobre enrollado, enfriado con hielo. Luego se incorpora la levadura, que debe estar hidratada desde el día anterior.
La mezcla de mosto, lúpulo y levadura se lleva a un recipiente para la fermentación. Esta última convierte los azúcares del mosto en alcohol y gas. El recipiente se debe tapar con un globo pinchado. Así sale aire, pero no entra.
Debes dejarlo reposar durante una semana en un lugar fresco y obscuro, para bajar su densidad y, una vez destapado pasará a otro fermentador (o al mismo, lavado y desinfectado como corresponde), que deberá enfriarse por otra semana.
Después de estos días, nuestra cerveza estará lista para su embotellado con ayuda de un colador. Completará su maduración una vez encerrada en las botellas. Un truco sencillo es pesar la botella, el resultado en peso tiene que ser el 70% de su capacidad en líquido. Por ejemplo, una botella de 500ml, tiene que pesar 350 gramos para poder ser utilizada (500 x 70/100 = 350).
Para rellenar las botellas debes dejar tres dedos de aire como mínimo en la parte superior, de lo contrario la presión de la carbonatación será demasiada. Para cerrarla se hace con una chapita y el cierra botellas.
Al final debes guardar las cervezas en un lugar protegido de la luz y fresco (el refri de preferencia) durante 15 días. Igualmente, si pueden esperar unos días más, se acentuará el sabor y será exquisita al paladar, perfecta para disfrutar en un día de calor.