Conoce la verdadera historia de Hachiko, el perro que conquistó al mundo 🐕💞👴
Las historias de mascotas son enternecedoras, en especia las de perros, quienes se han ganado el título del “mejor amigo del hombre” debido a su comportamiento afectivo.
¡Esta es la verdadera historia de Hachiko, el perro que conquistó al mundo por su adaptación a la pantalla grande!
El profesosr Hudesaburo Ueno, de la Universidad de Tokio, Japón, quiso encontrar un compañero fiel que lo ayudara a dejar de sentirse solo. Por ello,adoptó a Hachiko, un cachorro de raza Akita; perros muy inteligentes que fueron parte de los antiguos guardias de los emperadores japoneses. Así, uno de los 30 ejemplares de toda la región, finalmente fue suyo.
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Al escogerlo como mascota, Ueno tenía la intención de educarlo para que ‘Hachi’ fuera muy obediente, lo cual consiguió con éxito. Con el paso del tiempo, Ueno y ‘Hachi’ se volvieron inseparables, su amistad creció tanto que la lealtad entre los dos era mutua, al punto en que el perro lo identificaba sólo a él.
Una rutina hizo que su amistad se fortaleciera, pues cada día caminaban juntos desde casa hasta la estación de tren Shibuya, donde el profesor tomaba el transporte para su trabajo y regresaba por la tarde; así, el perro lo esperaba en la estación para caminar juntos de vuelta a casa.
Esta rutina se hizo diariamente durante 2 años, hasta que el profesor falleció el 21 de mayo de 1925, de un derrame cerebral mientras daba clases.
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Desde ese día, Hachiko esperó a su dueño por horas en la misma estación del tren, pero el profesor nunca regresó. La esposa del Ueno, no contaba con los recursos para quedarse con el perro, entonces lo donó a su jardinero, pero el perro no disfrutaría del amor de una nueva familia, pues la lealtad de ‘Hachi’ superó cualquier decisión humana.
El can se rehusó a quedarse con el jardinero y prefirió esperar al profesor, en la misma estación, durante 10 largos años. En ese periodo, ‘Hachi’ lucía triste y la gente le temía. Sin embargo, regresaba cada mañana a esperar a su mejor amigo, quien nunca volvió.
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Un periodista y un estudiante del profesor Ueno, notaron su presencia en la estación del tren, lo siguieron hasta la casa de su nuevo dueño y descubrieron la historia de gran lealtad y amistad. Entonces, publicaron las historias de ‘Hachi’ en periódicos locales, mismas que lo convirtieron en la inspiración más grande de constancia y lealtad de la región.
Antes de su muerte, frente a la estación de trenes en Shibuya, se erigió una estatua del perro con la inscripción de amor y lealtad que ‘Hachi’ representa para el mundo. Un año más tarde, el 8 de marzo de 1935, Hachiko falleció en la estación, esperando fielmente a que su amigo regresara.
Le enterraron al lado de su dueño, con quien hasta la fecha descansa. Actualmente, se sigue honrando la inquebrantable lealtad entre ambos y el infinito amor de ‘Hachi’, para su dueño.