Convirtieron el placer en un problema 😲
Tener una vida sexual es algo absolutamente normal y no suele representar un problema en la vida de las personas, sin embargo, hay quienes han llevado su vida sexual al límite y han sido calificados como adictos al sexo.
Desde que un medio británico calificó a Michael Douglas como adicto al sexo, fueron muchos los famosos que reconocieron el mismo problema, con manifestaciones de todo tipo. Aquí te contamos quienes son.
Michael Douglas
El actor se internó para rehabilitarse por su adicción e incluso fue más lejos: aseguró que había contraído el cáncer de próstata por la forma y la cantidad de veces en las que había practicado sexo oral.
Lindsay Lohan
La famosa actriz publicó una lista de 150 nombres con los que la actriz habría tenido sexo, entre ellos algunos famosos como Ashton Kutcher, Joaquin Phoenix, Justin Timberlake y James Franco. Ella declaró que todo lo que decía allí era cierto, que había tenido una adicción al sexo y que eso formaba parte de un paso en su etapa de rehabilitación, pero que haberla dado a conocer no estaba en sus planes.
Britney Spears
En 2012 su el guardaespaldas de la princesa del pop amagó con publicar un libro sobre la alocada vida de su patrona, quien había contado que tenía cierta adicción al sexo.
El problema surgió cuando el hombre denunció a la diva por acoso sexual. La cantante desestimó la denuncia, a pesar de que el hombre aseguraba tener material fotográfico y pruebas contundentes sobre orgías con alcohol y drogas y juegos eróticos en camas redondas. El libro nunca vio la luz y el conflicto se solucionó en la corte, con un buen arreglo económico.
Charlie Sheen
Sheen tiene graves denuncias por acoso sexual y por tener relaciones sin preservativo, aún sabiendo que era portador del virus del VIH positivo, y sin contárselo a sus ocasionales compañías.
Según su palabra, las 200 parejas sexuales que calculó en ese tiempo sabían su condición y que el sexo siempre había sido con protección, algo que fue refrendado por algunas de ellas.
Ozzy Osbourne
En 2012 el líder de Black Sabbath se sometió a tratamiento y le diagnosticaron un trastorno llamado “hipersexualidad” o “dependencia sexual”, según el cual era incapaz de controlar el comportamiento sexual, y realizó una terapia por más de seis meses.