Así puedes ir por tu bebida favorita sin peligro 🙌
En la Edad Media sucedió una de las pandemias que más ha marcado la historia de la humanidad: La Peste Negra. Ahora, en un mundo en el que parecía imposible que se repetiría la historia, nos estamos enfrentando al coronavirus.
Ventanas de vino
En países como Italia, el coronavirus ha hecho que una tradición pintoresca, pero con una historia oscura, vuelva a renacer. Siglos atrás, durante la peste bubónica, conocida como la Peste Negra, aquellos que deseaban una generosa dosis del vino de la casa, solo podían recibirla por un trabajador que la traspasaba del otro lado por una ventanilla.
Esa historia, que fue hace cientos de años atrás, ahora nos suena bastante conocida. La pandemia por coronavirus nos exige distancia y estas ventanas, que habían sido olvidadas en Italia, hoy ganan más popularidad que nunca.
¿Qué son?
Son exactamente como suenan: escotillas de pequeño tamaño, talladas en las paredes de concreto de bodegas y tiendas urbanas, donde los comerciantes sirven tragos a una distancia social segura.
“Algunos emprendedores de Florentine Wine Window han retrocedido el tiempo y están utilizando su Wine Window (ventana de vino) para dispensar vasos de vino, tazas de café, bebidas, sándwiches y helados, ¡todo libre de gérmenes, sin contacto!”.
Sitio web de la Wine Window Association.
Actualmente más de 150 ventanas de vino se llenan permanente dentro de la ciudad amurallada de Florencia, y en otras regiones de Toscana, región de Italia. Además, se puede tocar en las ventanas de las familias Antinori, Frescobaldi y Ricasoli, que todavía producen algunos de los vinos más conocidos de Italia.