¿Perderte en Tokio? ¿Por qué no? 🤷♂🇯🇵
Lost In Traslation es quizás la mejor película hasta la fecha de Sofia Coppola. Un conjunto de sensaciones y emociones presentadas a través de las imágenes melancólicas de un Tokio de principios de los 2000, fue así como la mayoría de los críticos definieron a la cinta de la hija de Francis Ford Coppola allá por el 2003 luego de su estreno.
Bob es un hombre de mediana edad cuya vida se ha hundido en la mediocridad y en lo monótono, tanto que incluso la idea de visitar Tokio para la grabación de un comercial no parece emocionarle demasiado. Por otro lado Charlotte, una joven cuya vida de casada no la satisface de ninguna manera yace en el mismo hotel, por lo que una noche en medio de una soledad abrumadora que la capital japonesa enfatiza en cada fotograma, se encuentran en el bar del lugar comenzando así con una de las relaciones más doloras y emocionantes del cine.
Una química inigualable
Bill Murray y Scarlett Johansson encarnan a sus personajes a la perfección, dos personas completamente perdidas y sin un objetivo claro en sus vidas, pero que comparten mucho en común bajo las luces de la ajetreada vida nocturna de Tokio. Una ciudad que frente al lente de Coppola luce tan imponente y majestuosa incluso en los momentos menos pretenciosos, en una charla, una sesión de karaoke o una fiesta típica japonesa.
Pero, tal vez uno de los aspectos más sobresalientes de la película sea la maestría con la que la ciudad de Tokio es presentada a través de cada cuadro. Una ciudad llena de una nostalgia punzante, en la que una cabeza apoyada en un hombro de madrugada dice mucho más que la discoteca más ruidosa. Una complicidad que va creciendo paulatinamente ante nuestros ojos como la indiferencia de los cientos de personas en las calles por las mañanas. Un amor de los que no se olvidan como una caminata nocturna bañada en luces de neón.
La cinta fue muy bien recibida por la crítica profesional, alabando sobre todo la gran química que Murray y Johansson transmitían en pantalla. Recibió varias nominaciones a varios premios importantes entre ellas, el Oscar, el cual finalmente ganó Sofia Coppola en la categoría de ‘Mejor Guion Original’. Por su parte Scarlett Johansson logró alzarse con un BAFTA y un reconocimiento en el Festival De Cine De Venecia, además de colocarla en el mapa dentro de la industria hollywoodense.