¿Cómo nació el rosa mexicano? 🌵❣
Los colores tienen un poder “singular” sobre los humanos. La moda y la cocina, por ejemplo, son capaces de tener un impacto poderoso a través de este elemento; a la vez, pueden ser una expresión cultural que incluye la visión de un país, su identidad y su cultura.
El rosa como “símbolo” mexicano
Desde la década de los 50’s, el tono de rosa que conocemos como “mexicano” ha sido un símbolo importante para México. Actualmente es fácil encontrar en todo el país desde juguetes y accesorios en este color magenta intenso que también inunda ciudades y pueblos mexicanos.
Fue durante con Ramón Valdiosera, que el rosa mexicano se convirtió en un emblema de México y comenzó a ser muy popular en el extranjero. Valdiosera, diseñador que se inspiró en varios grupos étnicos de nuestro país, notó que “el color de las bugambilias” era el tono preciso para representar al país.
Por ello, en 1949 presentó su colección en un desfile en Nueva York, donde el impacto fue tan grande entre los espectadores y la prensa que, interesados en la paleta de colores, le preguntaron cómo había concebido sus creaciones, por lo que explicó que el color preponderante de sus diseños era un color característico de la cultura mexicana. Fue así como un periodista estadounidense lo bautizó como “mexican pink”.
Y a partir de ese momento el “rosa mexicano” comenzó a utilizarse profusamente, sobretodo en lo que se creía típico de México: adornos, vestidos, logos de establecimientos, calaveras de azúcar, papel picado, bordados y más.
El color ha trascendido tanto, que se convirtió en el tono estandarte de la Ciudad de México, y hoy día no sólo se encuentra en el arte y la indumentaria, sino también en sus taxis, credenciales, oficinas y documentos oficiales, dejando claro que si hay un color capaz de unirnos y hacernos sentir orgullosos de ser mexicanos, es este vibrante rosa.