¡No está modificada por los humanos! 👌
La sandía es una fruta muy popular, sobretodo en verano pues su frescura es ideal para refrescarnos en la época de calor, sin embargo, existe una variación de esta fruta que muchos no han probado: la sandía amarilla.
A pesar de que parece una fruta transgénica o genéticamente modificada por los hombres no lo es. Esta variación se cultiva en la zona de Salamanca, en España, sobre todo en pueblos con tradición en el cultivo de frutas como Ciudad Rodrigo, Vitigudino, Villar de Argañán, La Alameda de Gardón o San Pedro de Río Seco.
¿Por qué es amarilla?
Entre algunos agricultores, que no se ponen de acuerdo, rondan leyendas como que estas sandías nacen de color amarillo por la polinización, las propiedades del terreno y pigmentación del suelo, e incluso algunos aseguran que se trata de un híbrido entre la calabaza y sandía.
Lo cierto es que en realidad el color tiene una explicación científica. La sandía amarilla no es ninguna variedad frutal, sino una transformación de la sandía común, cuya pulpa en vez de ser roja, se convierte en amarilla por la acción de los carotenoides, unos pigmentos vegetales naturales que dan el color amarillo al fruto mediante el proceso de la fotosíntesis.
Sabor
Por fuera es blanca y rayada como sandía normal, pero sin pepitas. El interior es amarillo, con una intensidad gradual de color según la maduración del fruto, y las pepitas son blancas y planas, casi imperceptibles, por lo que se pueden comer sin molestar excesivamente. La difencia de sabor es que la sandía amarilla es ligeramente más dulce que la roja.