En su mesa se servían antojitos que hasta hoy consumimos 🤯
Moctezuma fue el último gobernante de Tenochtitlán y su abundancia sorprendió a los españoles. En cuestión alimenticia, su mesa siempre estaba repleta con más de 300 platos y 30 guisados diferentes.
Los platillos eran ofrecidos por mujeres; dos de ellas se encargaban, exclusivamente, de tener listas suficientes y variadas tortillas. Mientras el emperador estaba en la mesa, su personal lo entretenía con cantos y bailes.
Según los cronistas, nadie lo podía ver a la cara mientras comía y por lo general le servían antojitos como tlaoyos o tlacoyos, tacos, dobladas de flor de calabaza o ayoxichitlacuelpacholli, gallinas, gallos, faisanes, perdices, codornices, patos, palomas, conejos, puercos y liebres.
De postre se comían elotes endulzados con mieles, capulines, miel de abeja, caña de maíz y frutas como mamey, zapote negro y blanco, chicozapote, chirimoya, pitahayas, tejocotes, capulines y tunas.
Según los cronistas, sentarse a la mesa era más que un hábito alimenticio, pues a comida en el México prehispánico, cuyo símbolo y sustento era el maíz, era tanto alimento como ceremonia.