Tendrás tu mente activa y alimentos seguros 👌
La epidemia del coronavirus llevó a muchas a quedarse en sus casas para evitar la propagación del virus, por esa razón pueden aprovechar el tiempo y cosechar desde casa, así la cuarentena tendrá beneficios para tu salud.
Existen una gran cantidad de alimentos que se pueden sembrar desde el hogar sin la necesidad de tener semillas y mucho menos conocimientos en jardinería. Además, durante marzo y de la mano del comienzo del otoño, resulta un buen momento para los cultivos de invierno.
Las especies que prosperan en esta estación, además de ser muy consumidas, permiten mantener una producción regular todo el año, ya que también se adaptan a la temporada primavera-verano. Aquí te dejamos algunas.
Acelga
Germina a partir de los 6°C y soporta hasta unos 33°C sin mayores problemas, por esto la fecha de siembra es muy amplia y depende totalmente del clima local.
La siembra de la acelga la iniciamos en un semillero con un buen abono y preferentemente de suelo arcilloso. Sembramos las semillas en surcos de una profundidad similar al doble del tamaño de la semilla, para que no le cueste tanto germinar.
En cuanto al riego, necesitan tierras húmedas para crecer, pero sin llegar a encharcar el suelo. Es decir, nunca hay que dejar que la tierra se seque completamente pero tampoco saturarla en agua.
Lechuga
La tierra del semillero tiene que ser de la mejor calidad posible con un 30-40% de abono orgánico que puede provenir de humus lombrices, por ejemplo.
Hay que sembrar las semillas a 1 cm o menos de profundidad para que a la plántula no le cueste germinar y, en lo posible, que la tierra no esté compactada.
Una de las claves para que no muera la lechuga y que es importante en todo el ciclo es que esté siempre bien hidratada. El vegetal no tolera para nada la falta de agua, por lo que regarla con abundante agua (sin llegar a formar charcos ni mojar demasiado las hojas) es de vital importancia.
Zanahoria
Si sembramos con semilla, las dejamos en agua al menos una hora, para que se humedezcan y germinen más fácilmente. Antes de sembrarlas, removemos el suelo, que preferentemente debería estar abonado con anterioridad.
Las sembramos a 1 o 2 cm de profundidad como máximo y si podemos las cubrimos con otra fina capa de abono orgánico. A las dos semanas deberíamos tener los primeros brotes.