Se dice que Van Gogh estaba bajo sus efectos cuando se cortó la oreja 😱
El amor es algo que nunca pasa de moda, así como el alcohol. Desde tiempos ancestrales las personas siempre han encontrado la forma de beber destilados. Algunas bebidas las relacionaron con los dioses y otras con el diablo.
¿Qué es la absenta?
La absenta, también conocida como el Diablo Verde, es una bebida alcohólica que adquirió una gran popularidad entre la comunidad artística y bohemia del París del siglo XIX.
Este potente elixir, hecho a base de aromas de ajenjo, hinojo y anís, fue prohibido en 1915 y desde entonces ha estado ligado a una gran controversia. A ella se le atribuyó el poder de causar alucinaciones y demencia, aunque tras una investigación posterior se comprobó que no es una bebida perjudicial para la salud.
A pesar que se demostró que sus efectos fueron provocados por el exceso de consumo de la misma, hasta el día de hoy se mantienen en pie algunas de estas creencias. Suposiciones que convierten la absenta en un producto condenado a la sospecha, pero también a la curiosidad.
Para consumir la absenta
El consumo de esta bebida está relacionado a un ritual previo que consiste en primero servirse en una pequeña copa de cristal. Sobre el borde del vaso hay que colocar una cuchara con perforaciones, y en ella un terrón de azúcar.
Después se sirve agua fría en el recipiente a través del edulcorante. Dando como resultado un aspecto blanquecino que recuerda mucho a la leche. Para finalizar, es fundamental beber el contenido lentamente.
Celebridades
Muchas de las grandes celebridades de los siglos XIX y XX fueron consumidores de absenta, entre ellas Oscar Wilde, Pablo Picasso, Ernest Hemingway, Fernando Pessoa y Vincent Van Gogh; de hecho, se piensa que este último se encontraba bajo los efectos de la absenta cuando se cortó la oreja.
La realidad
Esta bebida siempre ha estado rodeada de la duda sobre si produce o no alucinaciones. El producto químico al que se atribuye la mala reputación de la absenta se llama tuyona, un componente del ajenjo.
Al parecer si este componente se consume en dosis muy elevadas puede resultar bastante tóxico. Sin embargo, tras largos procesos de regulación, la botella no posee una cantidad suficiente de este compuesto como para causar algún daño.