¡Si viajas a Tlaxcala debes probarla! 👌🤤
Seguramente alguna vez en tu vida habrás tomado chocolate caliente o tal vez hasta atole champurrado, sin embargo, una bebida derivada del cacao que pocos conocen es el agua de barranca.
Esta deliciosa bebida hecha de cacao, habas y maíz cacahuazintle es tradicional del municipio de Zacatelco en Tlaxcala donde las mujeres tlaxcaltecas preparan esta bebida de forma tradicional desde tiempos ancestrales.
Cultura prehispánica
El cacao era un símbolo de abundancia para la cultura prehispánica. Los Olmecas fueron los primeros en cultivar el árbol en el año 1500 A.C. Desde entonces molían sus semillas, que al mezclarlas con agua saboreaban la delicia de esta bebida. Así nació el Agua de Barranca.
Consideraban que era un regalo de los dioses que sólo podían beber las personas de élite. Con el paso del tiempo, esta semilla llegó a los Mayas y Aztecas, porque era utilizada como moneda, o como pieza de truque.
Tlaxcala
De la forma anterior fue como llegó a Tlaxcala, en donde sólo la podían tomar los dioses de los Cuatro Señoríos: Tlaxcallan, Ocotelulco, Tizatlán, y Quiahuiztlán. También era una ofrenda para su diosa del maíz tierno Xilonen.
Actualidad
El legado de preparar esta agua perdura en Zacatelco, municipio de Tlaxcala. En esta región las mujeres conservan y heredan sus recetas de generación en generación.
Agua de barranca
Esta bebida es conocida por diversos nombres, ya sea Agua de Barranca, Cacahuatole, o atole del cacao. Los ingredientes que la componen son maíz, haba, cacao, anís y canela. Primero se ponen a dorar y después todos son molidos hasta tener una consistencia de masa.
Para su preparación Se coloca en grandes cazuelas de barro, con agua, hielo y azúcar. Se bate con un molinillo hasta que se hace espumosa. Es por eso le llamaron ‘agua de barranca’ porque es similar al agua que corren de los barrancos.
Gracias a su preservación y tradición en 2014, este estado nombró al agua de barranca como Patrimonio Cultural Inmaterial, lo cual protege su elaboración y la fomenta para que se siga produciendo de forma artesanal.