Heredó sus recetas de sus ancestros 👏
Abigail Mendoza es una cocinera tradicional oaxaqueña que sin título universitario ni prácticas en ningún lugar profesional ha logrado ser una de las cocineras más respetadas en el extranjero.
La cocinera tradicional participó en el 3 Encuentro de Cocineras Tradicionales de Oaxaca y se ha encargado de preservar los sabores de su región, además, ya puso su propio restaurante en el que exalta la comida tradicional de Oaxaca para el mundo.
En su opinión la cocina y a la cultura oaxaqueña requieren mayor difusión, por ello, se encarga de trasmitir sus tradiciones a través de la cultura gastronómica. Además de compartir recetas que han llegado a manos de las cocineras de generación en generación.
Sus guisos son únicos pues se hacen con ingredientes que ella misma cultiva, además, para ella, como como zapoteca, la felicidad también se encuentra en la comida, y en compartirla con los suyos.
“Para una mujer zapoteca la comida es alegría, y esa alegría la compartimos en la mesa con nuestra familia, porque para nosotros la familia es lo más importante y nos esforzamos porque sea feliz”.
Abigail Mendoza
Sus inicios como cocinera
Abigail descubrió el goce de moler granos de maíz a los cinco años cuando su padre le regaló una piedra del río, su primer metate y donde haría sus primeras tortillas. A los 16, ya sabía hacer chocolate-atole, la molienda, el téjate y los chiles.
A sus 25 años soñaba con abrir una cafetería, pero su padre la motivó a abrir un restaurante.
“Le dije, papá, pero yo no sé hacer comida de ciudad, no puedo atender a gente, a turistas, yo cocino de forma muy natural, a nuestra manera, como comemos aquí”, explica.
Abigail Mendoza
Tan solo en un par de años su restaurante, Tlamanalli, que significa Dios de la comida en náhuatl, sería recomendado por The New York Times en 1993 como uno de los 10 mejores restaurantes del mundo.
El chocolate atole
El chocolate atole es una bebida prehispánica elaborada con cacao blanco y rojo, además de trigo, arroz y canela. Esta bebida es una de las especialidades de Abigail, su elaboración tarda unos seis meses, tiempo en el que se fermenta el cacao blanco en un horno de tierra, para posteriormente asarlo junto con los demás ingredientes y molerlos en metate.
Ella también prepara sopa de piedra, el mole de caderas de la Mixteca, el mole de chicatana y los tamales de iguana, así como bebidas tradicionales.