También se robó nuestros corazones 😍
Muchas veces vemos noticias sobre perros pitbull que muerden personas o cosas así, sin embargo, esta raza muchas veces es mal juzgada, pues algunos de estos perritos son unos tiernos ejemplares que lo único que hacen es robar nuestros corazones… Y, a veces, tamales.
Rocky
“Más vale pedir perdón, que pedir permiso”, afirma un popular dicho del que Rocky, un perrito amante de los tamales, parece ser fiel creyente, pues apenas percibió el olor de su platillo favorito en casa, no dudó en robar algunos para saciar su antojo.
Todo parecía ir excelente para el perrito blanco que había conseguido su objetivo: un delicioso tamal. En ese momento, cuando debía emprender la huida victoriosa, alguien lo vio de reojo y empezó a cuchichear, alertando a la mamá de su dueña.
“¡Hey! Siéntate. ¿Por qué te estás comiendo los tamales? No son para ti, te va a doler la panza”, le gritó “su abuela”.
mientras el perro agachaba las orejas y buscaba a otro de sus dueños con la mirada, en busca de ayuda.
La mamá del perrito no dejaba a Rocky salirse con su premio, quien mantenía en el hocico su delicia de maíz, en un intento por que se lo dejaran comer. “No veas a Justin. Dame ese tamal, dame ese tamal”, repetía insistentemente la mujer.
Final inesperado
Cuando todo parecía perdido para Rocky y su mamá le había quitado el tamal, ella se llevó una gran sorpresa pues ya únicamente tenía la hoja y el relleno había desaparecido. Además, esa no era la única hoja sin relleno, pues al comenzar a buscar ninguna hoja tenía relleno.
“¿Te lo comiste?, ¿cuántos te comiste?, ¿cuántos te comiste?” reclamó su mamá al perrito mientras este se relamía victorioso.