Son tan valiosas que pueden llegar a costar millones 😱
En la vida hay cosas mucho más valiosas que otras dependiendo del sector en el que se encuentre, es decir, en el sector de la joyería los diamantes valen más que el oro, en los automóviles hay ciertas marcas exclusivas que no cualquiera puede tener, inclusive en la gastronomía hay un ingrediente que es sumamente valioso.
El ingrediente que es el equivalente a un diamante gastronómico son las trufas blancas, y no, no son aquellas piezas de confitería preparadas con chocolate sino unos exclusivos y aromáticos hongos que crecen en la tierra. Su valor va mucho más allá de su precio, que de por si es alto, ya que puede llegar a costar más de 120 pesos el gramo, es decir, superar los 120 mil pesos por kilo.
La trufa más codiciada
La trufa blanca es tan codiciada que es uno de los alimentos más caros del mundo, incluso existen subastas donde se venden piezas de esta exclusiva trufa de hasta dos millones de pesos. Hay varios tipos, pero la trufa blanca italiana es la más valorada debido a que es muy escasa y su temporada, corta, además tiene una enorme demanda.
La mejor época de colecta comienza en octubre y si se alarga puede llegar hasta enero. Si hubo calor, poca lluvia o ambas, la cantidad de producción disminuye y es cuando los precios se disparan aún más. Además, su cultivo es silvestre y no se puede domesticar. Su crecimiento es similar al de un tubérculo, aunque en realidad es el hongo de ciertas variedades de árboles.
¿Cómo se encuentran?
Este ingrediente nace en Alba, una región italiana que está en la zona Piamonte, de ahí que se conozca como trufa blanca de Alba en su nombre coloquial. Para buscarla se utilizan perros entrenados para olerlas y detectarlas; también se han llegado a usar cerdos para esta tarea, pero es más raro verlos. Recolectar estas trufas no es una tarea fácil, ya que crecen de 10 a 30 centímetros por debajo de la tierra, por lo tanto, detectarlas es sumamente complicado.
¿Cómo es?
En cuanto al color, éste varía dependiendo de la madurez. Puede ir desde blanca en los ejemplares jóvenes hasta, marrón, ocre y rojiza; es más oscura conforme va evolucionando. Las venas que la cruzan son blancas y esas no varían de color.
En cuanto a la consistencia, podemos decir que es firme y cuando la cortas podrías simular la textura de un jabón, pero lo importante son sus dos características más fuertes: su aroma y su sabor.
La trufa blanca no puede ser cocinada ya que pierde ambas características, así que se consume rallada o en láminas cruda. Tiene un olor penetrante que es una mezcla de ajo con queso maduro y fermentado. Su sabor es suave y sútil.
¿Cómo comerla?
Si decidiste que vale la pena el gasto con tal de probar algo tan exótico, lo primero que debes saber es que sólo dura fresca tres días manteniendo sus mejores condiciones, así que no tardes en comerla. Otro detalle fundamental es que debes guárdala en un recipiente completamente hermético y de cristal para que no absorba otros olores. También debes conservarla en refrigeración en un rango de 2 a 4° C.