Descubre la razón por la que le temes a las arañas 🕷🕸
Las arañas provocan esa sensación de escalofríos y curiosidad; son animales que exaltan a las personas con facilidad y ya sea que les tengas fobia o no, para la mayoría son particularmente desagradables.
Los arácnidos están rodeados de cientos de mitos, pero lo cierto es que son seres vivos muchas veces inofensivos. Sin embargo, hay algo espantoso en su aspecto que las convierte en animales siniestros.
El origen de la aracnofobia
Comencemos por contarte que algunos de sus nombres se dieron gracias al cine siniestro de los años cincuenta: La viuda negra, La reclusa café y Tarántula, son los más conocidos. Tan sólo date cuenta de lo que viene a tu mente cuando lees: TARÁNTULA. Tu cabeza crea verdaderos demonios espeluznantes que te aterrorizan.
Bien, la visión de estos animales a lo largo de la historia social humana ha hecho que les temamos, por sí solas no se hacen de la fama que tienen, ¿estás de acuerdo?
Si a esto agregamos su aspecto peludo, sus colmillos feroces y en algunos casos su peligrosidad (son venenosas o letales), es lógico que mentalmente hagamos creaciones miedosas que se relacionen con ellas.
Ahora bien, entendamos que el miedo está en nuestra cabeza y lo creamos nosotros mismos, a lo que comúnmente se le llama: psicología del miedo. Irónicamente somos nosotros, la raza humana, los que creamos historias terroríficas juzgando al pobre animal de manera errónea.
La mayoría no son venenosas
De hecho, para darte una idea de lo que hablo, debes saber que casi todas las arañas producen veneno pero menos del 1% es venenoso para los humanos y ahora, tan sólo representan 200 de las más de 4,200 especies del planeta.
Así que el miedo a las arañas es exagerado, pero no infundado. También es cierto que algunas de ellas pueden morder horrible y otras dejarte dosis de veneno, pero muy pocas de ellas te pueden matar.
El miedo a las arañas es una fobia común. Pero ponte a pensar que ellas también nos temen pues las superamos en número y en tamaño. Cada vez que veas a una de estas pequeñas, intenta pensar en el balance que hay entre el miedo (en tu mente) y lo que esta puede causarte, aunque para muchos de nosotros sea más fácil decirlo que hacerlo.