Además del pan que conocemos, en Oaxaca tienen más variedades 😲
Un lugar que puedes visitar en esta temporada de Día de Muertos definitivamente es Oaxaca, pues en este lugar hay un mundo de olores y sabores únicos que solo encontrarás ahí en estas fechas. Estar en ese estado siempre es sinónimo de panes, chocolates, moles y cempasúchil en el aire.
En Oaxaca hay una gran diversidad culinaria, de hecho, es tan variada que hay muchos tipos de panes de muertos según la región en la que te encuentres. En realidad, datos oficiales revelan que los estados con mayor producción y consumo de pan en el país son el Estado de México y en segundo lugar Oaxaca.
Lo anterior se debe a que hay mucha disponibilidad de ingredientes provenientes de la cultura zapoteca y mixteca que permanecen la entidad, por lo tanto, además de tener el tradicional pan de muerto espolvoreado de azúcar, hay opciones que quizá no hayas escuchado nombrar antes.
Pan de muerto de la Mixteca
Estos panes de la cultura mixteca se preparan con la misma masa que la de un bolillo, pero se le da forma tanto de humanos, como de animales muy valorados en la región, tales como mulas, conejos y perros. Además, se les espolvorea con azúcar blanca si son ofrendados a un niño y con azúcar roja si son para un adulto.
Pan de Mitla
En náhuatl el nombre de esta ciudad, que posee la segunda zona arqueológica más importante de Oaxaca, significa “lugar de los muertos”. Es también donde, según las leyendas zapotecas, llegan a descansar los difuntos, por lo tanto, el pan de muerto aquí es sumamente importante. La base es un pan de yema clásico, sobre el que se delinean figuras con una masa especial hecha con azúcar, huevo y limón.
Pan de caritas de los Valles Centrales
El pan de caritas también se conoce con el nombre de “pan de ánimas”, ya que las caritas simbolizan las almas a las cuales les dedican la ofrenda, la base es un pan de yema con ajonjolí encima y una hendidura al medio. Las caritas que se le colocan en la parte superior están hechas de una pasta con base de harina de trigo o maíz endurecida, que se pinta a mano con pinceles muy finos y, en la mayoría de las ocasiones, pinturas comestibles.
Pan bordado de Zaaachila
Este pan lo elabora la cultura zapoteca y la decoración que lleva se asemeja a los bordados del mandil que usan las mujeres de la zona Villa de Zaachila, que es la cuna de la cultura zapoteca. Los panes bordados se elaboran trazando flores rojas, estrellas y enredaderas que hacen alusión a plantíos de flor de muerto, sobre superficies generalmente sin ajonjolí y con una hendidura en el medio.