Estos actores y actrices quedaron muy mal al encarnar a sus personajes 😰
A veces actuar requiere de habilidades que poco tienen que ver con lo aprendido en las escuelas de actuación, sino más bien con una fuerza y determinación emocional para poder darles vida a personas tan crueles o dañadas de una forma mucho más creíble. En ocasiones lo demandante de ciertos papeles pone a prueba la fuerza psicológica de las personas que les dan vida en la pantalla, tanto que se ha visto reflejado en su salud mental. A continuación, te presentamos algunos de los casos en los que los actores y actrices han puesto al límite su propia cordura.
Vera Farmiga (El conjuro)
Vera se obsesionó tanto con las marcas que aparecieron en su cuaderno de notas y posteriormente en su piel, que llegó a pensar que era debido al personaje que le daba vida en la ficción. En diferentes ocasiones ha declarado que nunca se había sentido tan perseguida e insegura como en el rodaje de esta película.
Heath Ledger (Batman El Caballero De La Noche)
Es uno de los casos más famosos, incluso muchos atribuyen su ”suicidio” al haber encarnado al Joker en el 2007. Ledger escribió un diario como si fuera el personaje, además de tomar grandes cantidades de somníferos y analgésicos.
Adrien Brody (El Pianista)
Interpretar a este personaje le dio el Oscar como ‘’Mejor Actor’’ pero no muchos saben que para lograr plasmar con realismo su papel, decidió vivir alejado de todo el mundo durante meses, incluso dejando de comer, justo como su contra-parte en la ficción.
Shelley Duvall (El Resplandor)
La actriz padeció el rodaje de este clásico de Stanley Kubrick, según confesó a la revista Rolling Stone. “Mi personaje tenía que llorar 12 horas por día, todo el día, por nueve meses, cinco o seis días a la semana”.
Anne Hathaway (Los Miserables)
Al igual que Adrien, Anne ganó en el Oscar como la ‘’Mejor Actriz de Reparto’’ de ese año, pero volver a su vida con normalidad después del rodaje le tomó bastante tiempo, según la actriz, ya que para lograr el nivel de su interpretación tuvo que bajar de peso lo cuál ocasionó que no pudiera distinguir la realidad de la ficción.