Podría convertirse en un producto de lujo 😱
México cuenta con uno de los mejores cafés del mundo, además es un país donde hay muchos estados que se dedican a su producción. Tomando en cuenta lo anterior, es difícil pensar que es un producto que podría dejar de existir o volverse muy escaso, sin embargo, es una situación real: se encuentra en peligro de extinción.
A pesar de que un total de 484 municipios en todo el país de los estados de Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Guerrero, Estado de México, Nayarit, Jalisco, Colima, San Luis Potosí, Hidalgo, Tabasco, Morelos y Querétaro son productores, el café que producen casi no se consume en el país.
El café mexicano está enfrentando una de sus peores crisis debido a diversos problemas, tanto ecológicos como económicos. Por ejemplo, el kilo de café cereza, se está pagando al mismo precio de 1983 pero con la inflación de 2019.
Cambio climático
Además, el cambio climático está haciendo que aumente la humedad en los lugares donde se cosecha y por ende las plagas. Por lo tanto. el conjunto de factores, entre lo mal pagado que está y la afectación de la producción lo están volviendo un producto en peligro de extinción.
Un ejemplo de ello es Oaxaca, que, aunque es famoso por ser uno de los estados más productores de café, ha sufrido muchas mermas en su producción debido a que se enfrentan con una plaga de un hongo. La plaga no es controlable, por lo cual muchos productores deben quemar sus cafetos en su totalidad. Nada sobrevive.
La mayoría de los agricultores afectados no cuentan con los recursos para salir de la crisis y les resulta más sencillo buscar otro negocio pues una vez quemada su tierra, tarda aproximadamente cuatro años en recuperarse.
Sueldos bajos
En México, el pago a los cafeticultores por kilo de café cereza es de $6 pesos. Mientras los productores de café tienen sueldos de miseria, los consumidores pagamos cada vez más por una taza y este dinero pasa a manos de compañías transnacionales. Por lo tanto, para que los consumidores no sean parte del problema sino de la solución, se debe incentivar el consumo local del café en el país.
El sueldo tan bajo y el poco consumo forza a los agricultores a perder su cosecha al no contar con recursos suficientes, pues la mano de obra que se utiliza, el secado y despulpado no se alcanza a cubrir con los costos tan bajos.
Cada vez se produce menos
En los años 70, el pago a los cafetaleros era justo y, por lo tanto, la producción era buena y fundamental de la vida económica del país, sin embargo, el apoyo a los productores fue decayendo con el paso del tiempo y paso a productores transnacionales. A partir de ese momento se desató la crisis del café y se abandonaron las producciones cafetales.
Elevar el consumo de café mexicano podría salvar el producto de una inminente extinción, además, es considerado uno de los de mayor calidad a nivel mundial así que los consumidores tienen garantía de que toman un buen producto.