“Todo lo que corre camina o vuela cabe en la cazuela” 🦗
Comer insectos como los chapulines es muy común en un país como México, sin embargo, basar toda su alimentación en eso genera muchísimas dudas. A pesar de eso, la harina de grillo podría sustituir proteínas animales e incluso dar una alternativa al trigo refinado.
Hoy en día ya hay panes, pastas e incluso galletas hechas con harina de grillo. Como sociedad estamos comenzando a tomar ventaja de los insectos y verlos como una alternativa alimenticia, pues además estos productos pueden sustituir a los que han generado mucha obesidad.
Alejandro de la Brena, cofundador de Griyum, fabrica harina con grillos comestibles o chapulines como ingrediente único. La idea nació como un inocente proyecto de ciencias en la secundaria cuando descubrió la verdad de los alimentos ultraprocesados y se preguntó cómo podría hacer para transformar estos alimentos en alternativas ricas en nutrientes.
“Conservamos el 60 por ciento de proteína animal y no tiene sabor dominante. La idea es que sea un vehículo de nutrición accesible para todos”, dice Alejandro.
La harina de grillos ofrece beneficios como darle al consumidor menos azúcar, menos carbohidratos, menos grasa y más proteínas. Además, es un área de oportunidad para los productores, pues ellos generan su propio negocio de fabricación de grillo comestible y venden la materia prima.
Este año cerrará con seis granjas operando a su totalidad la producción de harina de grillo; como consecuencia, saldrán las primeras empresas al mercado con productos de harina Griyum. Para Alejandro de la Brena, es importante que en México reactive su consumo de insectos y lo promocione en el mundo.