Un paisaje digno de Frozen
En el mundo hay maravillas que atraen nuestra atención por ser hermosas, peligrosas o extrañas. Tal es el caso de los ‘campos’ de flores de hielo que se producen en las aguas de los océanos Ártico y Antártico. Este espectáculo que parece hecho por Elsa, de la película animada Frozen, tiene un origen fascinante.
En primer lugar, debe hacer mucho frío, alrededor de los 22 grados bajo cero. A esta temperatura se empiezan a formar capas de hielo, muy saladas, en el agua marina, que por lo regular tienen fisuras. A través de estas grietas escapan pequeñas cantidades de vapor, producto del ciclo natural del agua, que al contacto con el aire se congela sin pasar por un estado líquido.
¿Y por qué pasa esto? No es magia (ni mucho menos brujería). Aunque la sal puede derretir el hielo, también enfría más rápido el agua, lo que cristaliza el vapor.