Un cachorro de oso fue sacrificado por ser demasiado sociable con los vecinos y visitantes del parque Scoggins Valley, en Oregon, EU.
La policía local tomó la determinación después de que la Oficina del Sheriff de Washington recomendara vía Twitter que evitaran al osezno.
Rick Swart, del Departamento de Pesca y Vida Silvestre, explicó que una denuncia ciudadana los alertó sobre los hábitos alimenticios del ejemplar. La legislación de Oregon considera como ilegal atraer animales salvajes con comida o basura.
La población solía tomarse selfies con el oso y lo alimentaban, lo que llamó la atención de las autoridades, quienes no intentaron reubicar al cachorro.