El tráfico de especies nunca fue tan extraño
Ya sea porque las quieran vender o las prefieran como mascotas, algunas personas no se tientan el corazón al sacar de su hábitat a seres vivos. Estos casos son los más inquietantes.
Repostería “realista”
En Alemania un sujeto fue detenido después de que se presentara en el aeropuerto con una muy sospechosa caja. Oficiales de Berlín lo cuestionaron sobre el contenido y el hombre se limitó a decir que se trataban de pastelillos con un “realista” diseño de tortuga, que en realidad sí eran animales.
Peligro abordo
Las autoridades del aeropuerto de Bogotá, Colombia, están muy atentos cuando se trata del tráfico ilegal. Fue aquí donde 200 ranas fueron incautadas. Están valuadas en 400 mil dólares en el mercado negro. ¿Por qué tan caras? Porque son altamente venenosas. No pudieron llegar a Alemania.
¿Lleva algo más?
Una mujer en Florida, Estados Unidos, fue detenida en el control de tráfico del estado en una revisión de rutina que resultó muy reveladora. La dama transportaba 40 tortugas de barro rayadas, endémicas del sureste del país. Cuando se le preguntó si llevaba algo más, sorprendió a los oficiales al sacar del bolsillo de su pantalón ¡UN CAIMÁN!
De México para el mundo
Un turista ruso visitó las paradisíacas playas de Cancún, en México y quedó tan embelesado que no se conformó con un llavero como recuerdo. Decidió llevarse a su patria 30 cocodrilos, algunas arañas y una serpiente venenosa. Desafortunadamente fue detenido hasta que llegó a su país.
Exitosa coordinación
Recientemente la Interpol asestó un impresionante golpe al tráfico de animales. En una enorme movilización realizada en 109 países, decomisaron nada más y nada menos que 25 mil ejemplares de diversas especies. Se incautaron desde cocodrilos, hasta colmillos de elefante, miles de aves e incluso madera.