
Para los mejores taquitos, las mejores tortillas 🌮
La cocina mexicana tiene muchos ingredientes indispensables, por ejemplo el chile y el maíz, por ende, las tortillas son un elemento fundamental en la preparación de muchas recetas y antojitos tradicionales.
Si quieres saber cuando una tortilla es de buena calidad aquí te dejamos algunos consejos. Por ejemplo, aproximadamente el 70 por ciento del maíz que consumimos se producen con harina de maíz Maseca (perteneciente al grupo Gruma/Monsanto).

El problema es que en el último año, Monsanto ha sido protagonista de escándalos relacionados con el uso de pesticidas y elementos genéticamente modificados en sus plantaciones de maíz en México y el mundo.
El maíz transgénico da como resultado un producto de muy baja calidad, falto de proteínas y vitaminas y nocivo para la salud.

¿Cómo saber cuando es transgénico?
Para no consumir productos que te dañen la salud debes evitar adquirir tortillas que utilicen “harina de maíz” Maseca, u algún otro transgénico que, a la larga, perjudique a nuestra salud. Por ello es mejor consumir la gran variedad de maíces criollos que existen en México y adquirir tortillas nixtamalizadas.
Tortillas de mala calidad
Una tortilla elaborada con maíz nixtamalizado, tiene que tener un color amarillo. Si observas la tortilla y se ve blanca, es que fue hecha con maíz transgénico y tiene un exceso de cal.
Además, el sabor es importante pues si consumes una tortilla que tiene una textura terrosa y muy salada, casi mineral, entonces se trata de un producto elaborado con transgénicos.
Si la tortilla tiene una textura suave y aplanada similar a la del cartón, entonces no es una buena tortilla, carece de nutrientes. La textura tiene que ser gruesa y consistente, además, debe de tener una forma irregular.

Una buena tortilla siempre que se coloque en el fogón se inflará, esto quiere decir que tiene la correcta cantidad de masa y que el amasado ha tenido una buena técnica.
En caso de las tortillas de color
Si compras tortillas de maíz azul, negro o rojo en lo primero que debes fijarte es en que el grano no sea pintado. Puedes saberlo si al agregarle limón o jitomate (debido a la acidez natural de estos insumos), el color de la tortilla se expande, entonces significa que es pintada.
