Conoce su verdadera historia 👇
Seguramente has visto y comida higos más de una vez, sin embargo, es probable que no conozcas lo que realmente son, pues técnicamente no son una fruta, además contienen algo que seguramente no imaginas.
En palabras simples los higos son una especie de flores invertidas que florecen dentro de esa gran vaina oscura con tonos rojizos que conocemos como higo.
Cada flor produce un único fruto de cáscara dura y una sola semilla llamado aquenio. El higo está formado por múltiples aquenios, que son los que le dan esa textura crujiente tan característica.
Higos con avispas
Lo más sorprendente de estas flores es el proceso de polinización especial que necesitan las flores del higo para reproducirse, pues para que este alimento se de necesitan que una avispa muera dentro del higo.
Estas flores no pueden depender de que el viento o las abejas les hagan llegar el polen como otros frutos por lo que necesitan una especie conocida como las avispas de los higos.
Estos insectos transportan su material genético y permiten su reproducción. Por su parte las avispas no podrían vivir sin los higos, porque depositan sus larvas en el interior de la fruta. Esta relación se conoce como simbiosis.
¿Cómo funciona?
La avispa hembra se mete en el higo masculino (este no se come) para poner sus huevos, sin embargo, mientras se introduce al higo, la avispa generalmente pierde sus alas y antenas por lo que no tiene forma de salir y morirá ahí.
Después, las crías de avispa macho nacen sin alas ya que su única función es procrear con las crías de avispa hembra y hacer un túnel para salir del higo.
Finalmente, las crías hembras salen del higo llevándose consigo el polen para continuar con este ciclo en una nueva higuera.
Si una avispa entra accidentalmente en un higo femenino, como los que nos comemos, no tendrá espacio para reproducirse y morirá ahí dentro.
¿Nos comemos los cadáveres?
Los cuerpos de las avispas se descomponen dentro del higo gracias al trabajo de una enzima del fruto llamada ficina que transforma al insecto en proteína, por lo tanto, no tienes que temer y dejar de comer higos por siempre.