Esta película protagonizada por Julia Roberts es más de lo que parece 🤔✈
Quizá no sea nuevo escuchar a varios decir que viajar te cambia la vida. Es una de las frases más usadas cuando se busca el equilibrio y la paz, sin embargo, para muchos no suele ser así, pero para los que sí lo es existen representaciones en el mundo del cine que logran transmitir justo esas clase de sentimientos y aspiraciones tal y como lo consigue Comer, Rezar, Amar, una película indispensable para cualquier viajero que quiera inspirarse y así realizar ese viaje que lo cambie todo.
Liz, interpretada por la ”Mujer bonita”, Julia Roberts, es una mujer que parece tener todo en su vida, ya que varios de los aspectos básicos de ella prácticamente están cubiertos al 100, sin embargo, un día se da cuenta de que realmente no se siente plena por lo que sin pensarlo mucho decide iniciar una travesía por Italia, India y Balí en busca de lo que realmente le apasione.
A lo largo de la película somos testigos del ejercicio de introspección que el personaje principal vive y en el cual realiza reflexiones acerca de su objetivo en la vida, así como elementos claves en la vida de cualquier persona como el amor, la maternidad, la amistad, el sentido de pertenencia y la pasión.
Aunque el libro en el que está basada esta película recibió halagos y criticas favorables, su versión en cine no corrió con la misma suerte, ya que para muchos lectores la obra dirigida por Ryan Murphy no logra conseguir esa atmósfera espiritual y reflexiva que las paginas consiguieron en su momento. Sin embargo, aspectos como los paisajes y la fotografía fueron elementos destacables para los críticos.
El resto del elenco está compuesto por actores de la talla de Javier Bardem, James Franco y Viola Davis, sin embargo, esto no fue suficiente para poder alzar esta producción de 2010 con el público. Aún así existen elementos muy valiosos que nos invitan a tomar una posición mucho más critica acerca de nuestra propia condición gracias a las frases con las que cuenta.
Tener un bebé es como hacerte un tatuaje en la cara. Más vale que lo pienses dos veces.
Es desconcertante que un desconocido vea cómo eres con más claridad que una misma.
Hay que ser cariñoso con uno mismo cuando se aprende algo nuevo.
Nos conformamos con vivir infelices porque nos da miedo el cambio y que todo quede reducido a ruinas.
Sin lugar a dudas, una propuesta que nos deja varias lecciones acerca de nosotros mismos y como es que podemos siempre tener elecciones que nos ayuden a encontrar el camino correcto. Viajar muchas veces es sinónimo de diversión y placer, sin embargo, existen otros factores que podrían impulsar con mayor fuerza hacerlo. Así que posiblemente cuando las personas dicen que después de haber realizado un viaje han cambiado, es porque en efecto eso a ocurrido.