¡Ten cuidado al elegir tus alimentos! 😰
La leche es un alimento difícil de dejar cuando te gusta mucho, pero por razones animalistas, muchas personas deciden tomar leche vegetal para evitar financiar la crueldad hacia las vacas, sin embargo, si lo que quieres es evitar el maltrato, la leche de coco no es una buena opción.
La organización Personas por el Trato Ético a los Animales (PETA) ha realizado una investigación que demuestra que en Tailandia encadenan, maltratan y fuerzan a miles de monos a recolectar cocos que luego son exportados en todo el mundo y se utilizan para hacer leche, aceite, harina, pulpa, yogures y muchos otros productos.
Granjas de monos
Los investigadores de PETA visitaron las instalaciones de ocho granjas en Tailandia en las que los monos son forzados a recolectar cocos, y allí documentaron el cruel trato que reciben. La mayoría de estos animales son capturados de manera ilegal de la naturaleza y separados de sus familias.
En las granjas los encadenan y muchos de ellos enloquecen porque se les priva de la interacción con otros monos. El trabajo de los simios consiste en retorcer los cocos de los árboles hasta que caigan, una tarea difícil y agotadora que realizan sin descanso y con un collar de metal en el cuello.
Se calcula que cada mono puede llegar a recolectar hasta 1000 cocos por día.
Desde PETA aseguran que las granjas están sucias y que los trabajadores extraen los colmillos a los monos para evitar que se defiendan. Además, para ganar un dinero extra, los empleados fuerzan a algunos simios a participar en humillantes shows callejeros para entretener a los turistas.
¿Qué se puede hacer?
Gracias a la investigación de PETA, más de 15 mil tiendas han anunciado que dejarán de comprar productos de las marcas Aroy-D y Chaokoh, mayores productoras de leche de coco en Tailandia y cuyas granjas fueron visitadas por los miembros de la organización animalista.
Tú también puedes ayudar asegurándote que los productos hechos con cocos de Tailandia que compres no sean de las compañías que explotan a los monos. Y si no puedes comprobarlo, deja de comprarlos.