Abejas se salvan con la cuarentena 🐝🌼
El confinamiento que se vive en muchas partes del mundo hace que las calles descansen del tráfico y la contaminación. Esto permite que la vegetación y las flores encuentren un entorno para crecer libremente.
Ante ello, plantas y flores crecen sin la intervención humana, lo que permite un claro aumento de vida silvestre incluso en el pavimento de las ciudades. En consecuencia, los animales y sobre todo, las abejas tienen más flora para subsistir.
Por una parte, la Organización de Conservación de Plantas Silvestres, asegura que las carreteras y pequeños jardines son el mayor refugio para innumerables especies de plantas que han sido desplazadas de sus entornos naturales por la sobrepoblación y la construcción de viviendas. Esto no deja prosperar los ecosistemas como deberían pero, ante la actual pandemia, muchas de estas prácticas son suspendidas.
Claramente, este nuevo crecimiento también ayuda a que aumente el número de insectos, mariposas y abejas. Mientras las plantas crecen sin restricción, éstas últimas pueden intercambiar polen y néctar.
No cabe duda que en estos tiempos difíciles, la naturaleza tiene una oportunidad de oro para recuperarse y darnos una valiosa lección.