Se asegura de que los niños tengan que comer en esta cuarentena 👏
Una de las ventajas de las crisis es que siempre salen a relucir los verdaderos héroes sin capas de la vida diaria. Desde los médicos, los policías, los repartidores hasta personas que por el puro gusto se esfuerzan por ayudar a los demás.
Lo anterior sucede con Zane Powles, un maestro que todos los días camina más de ocho kilómetros para entregar comida a niños pobres. El hombre de 47 años trabaja en la Escuela Primaria Western, ubicada en el poblado de Grimsby, en Lincolnshire, Inglaterra.
Cuando cerraron las escuelas comenzó con su labor
En ese país, las escuelas fueron cerradas desde el pasado 20 de marzo para atender las medidas de aislamiento social y evitar la propagación de la enfermedad Covid-19.
Desde entonces, Zane Powles decidió comenzar el reparto de almuerzos, caminando alrededor de 8 kilómetros todos los días para visitar la casa de cada uno de sus alumnos.
Precauciones
Para evitar cualquier riesgo de contagio, el profesor deja el paquete de alimentos en la entrada de los domicilios, toca la puerta y se aleja una ‘sana distancia’ hasta asegurarse que los niños recojan la comida. Después, se dirige a una nueva casa.
¿Por qué lo hace?
El docente dijo que el trabajo de las personas que entregan medicinas en plena pandemia de coronavirus lo inspiró a comenzar con su noble labor para asegurarse de que los niños vulnerables tuvieran siempre comida.
Agregó que también lo motivo el deseo de evitar que los padres de familia vayan a la escuela y se contagien del coronavirus. Además, su actividad le permite seguir interactuando de alguna forma con las personas mientras se realiza la cuarentena.
Él no es el único
Zane Powles no realiza este trabajo en solitario. La directora ejecutiva de la Primaria Western, Kim Leach, junto con un staff de maestros reparten otros 25 almuerzos a niños de escasos recursos.