
No tienes hambre, estas rodeado de malos colores 😱
Hay muchos factores de la vida que desatan el hambre, por ejemplo, si te encuentras bajo estrés es probable que tu apetito crezca, de igual manera si no duermes bien e inclusive, un estudio reciente sacó que escuchar música a alto volumen aumenta el apetito.

Aunque parezca difícil de creer, los colores influyen mucho más de lo que crees en nuestro apetito y determinan nuestras ganas de querer comer o no los alimentos que tenemos en el plato. Los ingredientes, la vajilla, la decoración del lugar y hasta la pintura de las paredes, tienen un papel relevante en nuestra relación con la comida.
Psicología del color
La psicología del color estudia todos los sentimientos que despiertan los colores en las personas. Lo normal es que los colores vivos, cálidos y más vibrantes hagan resonar tus tripas del hambre y te inviten a devorar los platos que los contienen, aunque, por supuesto, hay matices, y cada color tiene sus particularidades.

Rojo
El color rojo es muy vivo, por lo cual se traduce a nuestros ojos como una gran inyección de energía. Los chefs conocen este truco y no es raro ver en sus platos un toque de rojo para despertar nuestro apetito.
Normalmente cuando vemos un alimento rojo naturalmente nos sentimos atraídos hacia ellos y al comerlos elevamos nuestro ritmo respiratorio, mejora nuestra salud cardiovascular, se favorece la buena memoria y, entre otras muchas cosas, ayudan a disminuir el riesgo de cáncer.

Naranja
Este también es un color cálido que nos hace pensar automáticamente en los cítricos y lo asociamos a lo saludable. Un toque de naranja en nuestros platos actúa sobre nuestro subconsciente y nos invita a vaciarlos lo antes posible. Un beneficio de los alimentos naranjas es que al consumirlos nos ponen de buen humor.

Amarillo
El amarillo es un color muy cercano al naranja y las consecuencias que tiene en nosotros, así como sus beneficios, son, por tanto, muy similares. Su principal cualidad es la de tener un poder muy potente para captar nuestra atención. El amarillo nos recuerda a las estaciones más cálidas, al sol y a las flores que nos alegran a todos los meses de primavera, y su efecto es muy positivo.

Verde
Normalmente los alimentos verdes son bien acogidos en nuestros platos porque suelen ser saludables y nos transmiten confianza. Seguro que el verde te hace pensar en una forma de vida sana y en contacto con la naturaleza, y es a eso precisamente a lo que representa.

Azul turquesa
Increíblemente, este color también suele dar apetito a pesar de no ser nada cálido, a diferencia de los anteriores. Lo cierto es que no va a ser fácil encontrar un ingrediente que sea azul turquesa de manera natural. Pero la presencia de este tono en nuestros platos funciona con gran efectividad a la hora de despertar nuestro apetito.
