Nacido para matar 💀
En el mundo salvaje hay muchos depredadores que destacan por ser los más peligrosos y letales, pero hay uno que parece ensañarse con sus víctimas, pues se las cuelga en el cuerpo como si se trataran de trofeos.
Se trata del Acanthaspis petax, un bicho pariente de las chinches y las cigarras, temiblemente conocido como el insecto asesino de Malasia. Este apodo no es ninguna exageración. Para alimentarse se mueve sigilosamente entre las hormigas, sus principales víctimas. Una vez que está cerca, las sujeta con sus patas y les inyecta su saliva, la cual las paraliza y les disuelve las entrañas. Después de que sus ‘tripas’ se vuelven una especie de ‘sopa’, los Acanthaspis simplemente la succionan. Cuando terminan, segregan una sustancia pegajosa que untan a los cadáveres para mantenerlos unidos en una especie de bola mortuoria.
Los especialistas no se ponen de acuerdo sobre el motivo detrás de este comportamiento, en primer lugar porque estos ‘insectos asesinos’ sólo lo hacen con las hormigas. Algunos expertos indican que se trata de camuflaje olfativo, lo que les daría la ventaja de acercarse más a sus presas. Otros sugieren que el montón de cadáveres podrían ahuyentar a potenciales depredadores de mayor tamaño.